Casvi Football Academy apuesta por el fútbol femenino
El fútbol femenino es ya una realidad en nuestro país.
Las victorias de la Selección Española Sub17 en el Mundial de 2018 y de la Selección Sub19 en las Eurocopas de 2017 y 2018 son una buena prueba de ello.
En España, a nivel de clubes, el FC Barcelona y el Atlético de Madrid son los conjuntos de referencia en la Liga Iberdrola, la Primera División del fútbol femenino nacional. Además, Athletic Club, Rayo Vallecano, Real Sociedad, Real Betis, Valencia, Levante y un largo etcétera de clubes, son también valedores del fútbol femenino en España.
De esta manera, es evidente que el fútbol femenino está en auge. Y una prueba más es la reciente aparición del equipo femenino del Real Madrid en la élite del fútbol español. Así pues, el interés social, económico y deportivo es, sin duda, cada vez mayor.
Una señal más del apogeo del fútbol femenino en nuestro país nos la dan los datos. En España hay 60.000 licencias de jugadoras; y 41.000 de ellas tienen menos de 18 años. Esto nos muestra como el sueño de ser futbolista no es solo cosa de chicos.
Las niñas ya sueñan con ello. Vero Boquete, Sandra Paños, Irene Paredes, Alexia Putellas, Jennifer Hermoso… Ellas son algunas de las estrellas del fútbol femenino español. Es por esto por lo que las jóvenes de hoy en día quieren ser como ellas, como sus ídolos. Y Casvi Football Academy trabaja para cumplir sus sueños.
El fútbol femenino ya es presente y para Casvi es una prioridad. Es una realidad llena de exigencia, futuro y crecimiento. Y Casvi cuenta con los mejores medios para lograr este objetivo. “Ningún jugador es tan bueno como todos juntos”, decía Alfredo di Stéfano. Y Casvi tiene a los mejores. Liderados por Nano Rivas como embajador de la Academia, profesionales de la talla de Damià Abella o Vivar Dorado, aportarán su experiencia al aprendizaje de nuestras jugadoras a través de sesiones específicas. Gracias a un modelo basado en tres pilares fundamentales como son la excelencia académica, el alto rendimiento deportivo y, por supuesto, la experiencia de vida, el paso por la Academia será, sin duda, una experiencia vital, cultural y educativa plena.